-->

Confesiones de un Malandrin


Hello, branduardi-ans: I am David, from Spain. I am sorry but I couldn´t answer all the messages I have received recently. I have read the e-mail of Mattias about "Confessioni di un malandrino". Of course, there is a spanish version of the song, that was included in the only spanish CD of Angelo, but unfortunately completely sold ot now. For your information, I give you the translation of the song in spanish, as appeared in the CD:

CONFESIONES DE UN MALANDRIN
(Angelo Branduardi. Translation: Carlos Toro)

Me gusta caminar con los cabellos
cayendo despeinados por mis hombros.
Así me divierto corriendo el riesgo
de vuestro otoño sin arroyos.
Me gusta recibir en pleno rostro
la súbita punzada de la injuria,
para sentirme vivo la soporto
bajo la protección de mi armadura.
Y me vuelve a la mente aquel paisaje
que las cañas y el musgo han sumergido,
y el amor de los míos que no saben
que han tenido un poeta en vez de un hijo.
Que me quieren lo mismo que a los aires,
a la lluvia y a todo cuanto tocanm,
raro será que quien me ofenda escape
a la punta de su horca.

Pobrecitos mis padres aldeanos,
tan ancianos y siempre temerosos,
del Señor de los cielos procelosos,
pueblerinos que nunca comprendieron,
que su hijo querido y solitario
es el mejor poeta de estos pagos
y con zapatos como una patena
y sombrero de copa se pasea.

Mas osbrevive en él la cortesía
del típico golfillo campesino
que ante el cartel de una carnicería
le hace una reverencia al solomillo.
Y cuando encuentra algún cochero
su pobre cuna le vuelve a la memoria
y quisiera la cola del jamelgo
llevarla como el velo de una novia.

A la patria la amo,
aunque enferma de troncos oxidados,
adoro los hocicos de los perros
y los suspiros de los sapos.
Estoy enfermo de infancia, de recuerdos
y de blancos crepúsculos de invierno,
el acero se curva con el fuego
para sentir calor y sueño.
A la cumbre del árbol yo trepaba,
para robar los huevos de los nidos,
quién sabe si las copas siguen altas,
quién sabe si los troncos se han podrido.

Y tú, querido perro, pobre amigo,
viejo y ciego, vencido por los años,
das vueltas y más vueltas sin sentido
por la complicidad de los establos.

Y me encanta mi pinta de golfante,
cuando en casa robaba unos mendrugos
y los comía con cualquier tunante
o quizá con un perro vagabundo.

Yo jamás he cambiado,
pienso y siento lo mismo de lo mismo,
se me escapan los versos de las manos
en busca de otro sueño como el mío.
Buenas noches. Los ojos del silencio,
me acechan desde el filo de la bruma,
tras mi ventana crecen los deseos
de gritar contra la luna.

La noche es tan hermosa
que pienso que morir no dolería
¡Qué importa si mi espíritu es perverso,
si mi pecado me hace compañía!
Pegaso cansado y visionario,
tu galope carece ya de cura,
vine como un maestro solitario,
y ya no canto más que miniaturas.
De mi cabeza de uvas ya maduras,
va goteando el vino en cabellera,
quiero ser una vela de fortuna
rumbo a un país sin nombre ni bandera.


David



back button home button


<